Farewell, Ms Mamas

Si la que se ha montado con las caricaturas de cierto profeta que se iba a una montaña te ha parecido fuerte prepárate a escuchar la siguiente historia, un relato de amistad, falta de sentido del humor y autocensura.





Como parece que ha quedado claro tras ver el último Super Furry, esos entrañables muñequitos representan a gente que conozco y relatan historias reales (a veces con un puntillo de ficción cómica). Glandis Mamas no es menos. Un día la chica en quien esta basada Glandis llego a casa hablando de un tipo con el que mas o menos (realmente, mas menos) estaba liada. Las dos primeras partes de la trilogía del absurdo sentimental son totalmente fieles a la realidad y esta totalmente trascrito de sus palabras exactas. Lógicamente después de ese golpe en los dientes y con semejante material me vi obligado a utilizarlo.






Entonces me decidí a enseñárselo, eso sí, enseñándole antes que no era la única que salía en Super Furry, tras ver las parodias de Bobby Banana, L'Osit Parisien y Tom Tom Hatto (todos conocidos por ella) se rió muy a gusto y le pareció (agarrate) muy chulo, divertido y original. Entonces le puse el suyo y la cosa ya no era tan divertida, ni chula aunque creo que sí era original. Y eso que yo ya me había preparado una defensa en plan "antes si que te has reído, mira que eres mala" y "no te piques, que eso fue exactamente lo que TÚ dijiste" pero la vi tan mal que me apiade. Grave error por mi parte.





Entonces suelta un "esto esta en internet, coño, que Oldie (bueno el tío ese) tiene Internet". Aquí yo y Easyguy ya estábamos flipando en el fondo ya no le dolía que lo hubiese hecho sino lo que su nuevo posible pensase. Aun así no conseguimos aclararle que Internet es muy (pero muy, muy) grande y que meterse en un blog no esta tan fácil y que además tendría que meterse ver una vaca y dos monos de peluche manteniendo una conversación donde él nunca estuvo presente y pensar "coño, esa vaca es.... así que por lo tanto el payaso de porcelana tengo que ser yo". No lo conseguimos.





Total que al fin de semana siguiente ella queda con Easy por la tarde cuando yo llego ella ya se había ido pero le había dejado instrucciones expresas (que no un favor o una suplica, una imposición) de que borrásemos "eso" como ella lo llama del blog. Yo, digna como yo sola le digo, "si quiere que lo borre que me lo diga en mi puta cara". Y entonces, llega el domingo y a las siete de la tarde le llega (de nuevo a Easy) un escueto mensaje donde pone "¿habéis borrado lo de Internet? si no, hacedlo". Yo, al principio estaba muy cabreado, más que nada porque se acercaba mi cumpleaños y con motivo de la celebración le envié un par de sms y la petarda ni me los contestaba. Y segundo, porque pensaba que tampoco era para tanto. Al final, cuando estamos quedando para la cena me vuelve a salir con lo mismo y yo miento y digo que sí, que ya no esta. Y lo cierto es que en la pagina principal ya no esta. Para verlo te tendrías que meter en los archivos de enero.





Y es aquí donde esta mi dilema moral, borrarlo y traicionarme a mi mismo por algo que en el fondo yo no creo que sea tan grave y que ella no va a volver a ver nunca o dejarlo y seguir porque yo lo valgo. Lo que esta claro es que ella no tiene sentido del humor ninguno y que el muñeco de Glandis es muy bueno para dejarlo pasar. Así que pase lo que pase con La trilogía del absurdo sentimental, la borre o no, el muñeco va a seguir saliendo pero esta vez sí sus aventuras no tendrán la mas mínima relación con ella.