sábado, enero 07, 2006

Parker Pussy, Boy Wonder

Estoy más que orgullo de mi mismo, este año no hice el cafre. Es decir lo que llevamos de año. Es decir, en Nochevieja. Parker Pussy, un hombre renovado, re-inventado y customizado en el fabuloso Chico Maravilla por obra y gracia del cotillón. Y eso que llevaba un pedal importante. En ocasiones, mas concretamente cuando bebo me transformo no en una persona diferente sino en un yo aumentado, una versión hardcore de mi mismo, un moi al cuadrado, la versión Hulk de myself. Más gritón, más salvaje, más soez y desde luego más absorbente, que acosa mentalmente al sector servicios (diyeis incluidos), baila, socializa, se desnuda. Total uno de esos borrachos tocahuevos que siempre evitas por la calle. Máxime si tenemos en cuenta que se me pone una voz que parezco hijo de Mila Ximenez y Vito Corleone.





Tomemos como ejemplo la Nochevieja del 2004, entramos en el 2005 y ¿todo bien? No. Yo no. Yo, entre otras muchas perlas, me bebí dos botellas de vino, me comí la cena de mi novio, grite "me encanta esta canción" como unas 367 veces (llegado a un punto mi novio, enfermo con gripe y sobrio se me acerco para decirme, "cariño, TÚ has elegido el playlist, claro que te encanta esta canción", pero dicho con mucho tonito), hice la coreografía de Soy yo de Marta Sánchez, me puse un fular en la cabeza y me transforme en la virgen para una performance única de Like a prayer, me subí a una silla estilo cante jondo que se caía de vieja y casi remato de cabeza a algún invitado, me bebí cerca de siete Brugales con cola sin que me gustara el ron y por poco vomito encima de mi cuñada (evento que su marido se empeña en recordar cada vez que como con mis suegros). Resumiendo, adorable, totalmente adorable.





Este año en cambio, y repito, pese a ir como una cuba, me he contenido y no he hecho coreografías (en parte porque no logre que un diyei capullo me pusiese Hung up), no organice una pequeña manifestación violenta al ritmo de "el diyei no se enrolla" hit mío particular que canto hasta en las bodas. Mi acoso a los camareros se limito a 1) preguntarle a un camarero bastante mono si tenia novia para que una amiga le tirase los trastos y 2) pedirle a la camarera de la chocolatería (que es una tradición un poco incomprensible porque si vas muy borracho ni tomas churros ni lo mojas) post club que me pusiese Hung up. De nuevo, fracaso personal mío y del gusto musical de este país.





Eso si, lógicamente una recuperación total es poco menos que imposible así que claro esta tuve mis momentos bajos. Durante la cena entre otras lindezas dije que los Beatles me parecían una mierda (que me lo parecen) y mi novio, la persona que teóricamente mas me quiere del mundo me espeto un "por dios, que tienes un disco de N'Sync" y yo tuve que corresponderle con "no amor, tengo dos y me gustan mas que los putos Beatles". Con lo fácil que es contenerse y parecer una persona ilustrada y a la que le gusta la "música buena" y mira. Ya en el club me hice colega de un tío con pinta de jugador de rugby en unos aseos que me aclaro que no quería rollo sin que yo le dirigiera ni una sola frase. Lo mas bajo, sin embargo fue lo el rey de la noche. El rey de la noche es un friki que hizo un infructuoso casting con Cárdenas para salir en Crónicas, como no lo consiguió y para llamar su atencion se desnudo y se subió encima de las ruinas del castillo de Altamira, monumento histórico de mi ciudad que cuenta con mas de 2000 años de antigüedad. Tras no lograr la fama ahora vive de ser gogo, animador nocturno, algo parecido a relaciones publicas y a salir en la tele local haciendo el panoli. Pues nada mas entrar ve a mis amigas ahí solas sin macho a la vista y las invita a una botella de champán de la que me pegue tres tragos ahí como si fuese un rapero cutre. Si esto no era suficiente el rey les prometió una segunda que traía ya mismo. Mi espiral de destrucción empezaba a esbozarse. Pero no volvió. El muy carbón. Total que ya hacia las 4.30 hablando con el diyei capullo que no quiso ponerme ni a The Killers, ni a Pulp, ni a Madonna y el diyei enrollado que me puso Bloc Party me encontré con el rey este. Me acerco y le digo "ven, ven, que te voy a enseñar una cosa" y me meto al muy absurdo a donde estábamos. "¿Te suena esa chica? ¿Y esa otra?" le digo. Me mira con cara rara y le digo "Pues les habías prometido una botella de champán y no se lo has traído así que ya estas tardando". Resultado una botella de Anna de Codorniu por la patilla y mi morro español.





Por lo menos es un avance con respecto al año anterior, ¿no?

1 Comments:

  • At 3:49 p. m., Anonymous Anónimo said…

    No se como seria la noche vieja del año pasado pero la de este año fue genial y todo esto gracias a una gente estupenda.
    MUCHAS GRACIAS A TODOS POR ESA NOCHE VIEJA.
    Un besazo a todos y espero que este año sea igual o mejor que la noche vieja (aunque mejor es poco probable)

     

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